Todo empezó de manera accidental. Fue en un día lluvioso de 2012 cuando Isobelle Ouzman encontró en la calle una caja de cartón llena de novelas de tapa dura dañadas por el agua. Como buena “rata de biblioteca”, decidió llevarse a casa los libros para que se secaran y reparó algunas de las encuadernaciones. Pero en vez de leerlos, se puso a dibujar en la primera página de uno de ellos, y casi sin darse cuenta, a los pocos meses había terminado de tallarlo. Este experimento fue el inicio de una destacada profesión como artista de ilustraciones 3D de libros con escenas que parecen sacadas de cuentos de hadas.
Pasión por los libros y las historias
Nacida en Leeds (Reino Unido), Ouzman se trasladó con su familia a Estados Unidos cuando era adolescente. Allí se graduó en la Tacoma School of the Arts (Washington), donde estudió ilustración, pintura y fotografía. A los 18 se lanzó a trabajar a tiempo completo, primero en el sector de la serigrafía, influenciada por el oficio de su padre y su abuelo, y posteriormente de camarera.
Durante todo este período, nunca dejó de crear arte en su tiempo libre hasta que, en 2020, decidió dejarlo todo para dedicarse por completo a sus “libros alterados” (“Altered Books”), como ella los llama. Para la artista, ahora afincada en Bratislava (Eslovequia), devolver el significado a libros dañados o desechados es la culminación de su pasión por la lectura y el interés por las historias.
Evasión a través de la naturaleza
Al abrirlas, las creaciones de Ouzman revelan densos laberintos de bosques y praderas escalonados en capas, a menudo habitados por criaturas como un ciervo, una liebre, un búho o un lobo solitario, iluminados por la luz de la luna o provocando un juego entre el día y la noche. Según la propia autora, su trabajo explora, principalmente, de la evasión a través de la naturaleza, así como el folclore y los cuentos de hadas, que nos enseñan grandes lecciones acerca de la resistencia, la adversidad y la fortaleza emocional.
El motivo parte de sus experiencias de sensaciones y emociones de adolescencia, cuando, al mudarse a Estados Unidos, su timidez le impedía hacer amigos con facilidad. Su refugio era la lectura, sobre todo los cuentos de bosques y criaturas encantadas. Para Ouzman, sus obras son un recordatorio de que la vida, por muy difícil que sea, es un regalo.
Meticuloso proceso de trabajo
Las obras de la artista artista del papel son el resultado de un meticuloso trabajo que combina la ilustración y el recorte de papel. Para ello, utiliza libros de tapa dura, diarios y cuadernos de dibujo que están estructuralmente dañados o bien se producen en masa y no tienen demasiado valor, procedentes tanto de donaciones como de tiendas de segunda mano. Para la autora, también es una forma de generar conversación sobre la reutilización de materiales en la sociedad de consumo.
A la hora de visualizar la nueva obra, primero tiene en cuenta aspectos como el tamaño, el tipo de papel, la textura e incluso el estilo de encuadernación, es decir, son creaciones que requieren cierto grado de flexibilidad.
Una vez encontrado el lienzo que le inspira, la artista pasa días pegando páginas por capas y espera al menos una semana a que se sequen. Después, trabaja en el interior, dibujando su particular mundo de fantasía y recortando parte de las páginas para crear sensación de profundidad. Para ello utiliza herramientas como espátulas, cuchillas, pegamentos de encuadernación, acuarelas, tinta y lápices de colores.
El proceso acostumbra a durar desde unas pocas semanas hasta meses enteros. Puede incluso que en mitad del mismo el libro de desmorone por completo, o que las páginas sean imposibles de esculpir. Pero precisamente ese trabajo lento y meditativo es lo que Ouzman considera que potencia tanto su creatividad como su bienestar mental. En la actualidad, también enseña a otras personas a dar vida al papel.
Fuentes:
Website: https://isobelleouzman.com/
Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCfCOyXjcGo0sflOrp2Qf4hQ
Instagram: https://www.instagram.com/isobelle.ouzman