Table of Contents
En los últimos días ha comenzado a circular una noticia llamativa: la administración estadounidense estaría considerando abandonar el uso de la tipografía Calibri en los documentos institucionales para regresar al más tradicional Times New Roman. Una decisión aparentemente marginal, casi anecdótica, que sin embargo ha despertado un debate sorprendentemente amplio.
Más allá de la formalización definitiva de una directriz válida para todas las instituciones federales, el tema resulta plenamente legítimo. Porque una tipografía nunca es solo una tipografía. Es una elección cultural, técnica y simbólica. Y cuando afecta a documentos oficiales, leyes y comunicaciones públicas, su peso va mucho más allá del diseño gráfico.
Este episodio ofrece la oportunidad de dar un paso atrás: comprender por qué Calibri y Times New Roman se han convertido en protagonistas de un enfrentamiento, repasar su historia y reflexionar sobre lo que realmente comunican.
Por qué se debate sobre tipografías institucionales
Toda institución tiene una voz. Y esa voz también se expresa a través de la forma de las letras.
En los contextos oficiales, la tipografía no busca sorprender ni destacar, sino transmitir claridad, fiabilidad y continuidad.
A lo largo del tiempo, muchos gobiernos y administraciones han adoptado estándares tipográficos precisos para:
- garantizar uniformidad en los documentos
- facilitar la lectura
- evitar ambigüedades o interpretaciones erróneas
- reforzar una imagen de autoridad
El debate entre Calibri y Times New Roman nace precisamente aquí: modernidad frente a tradición, eficiencia digital frente a memoria histórica.
Calibri: la tipografía de la era digital
Origen y diseño
Calibri surge a principios de los años 2000 dentro de Microsoft, como parte del proyecto ClearType. El objetivo era claro: crear una tipografía optimizada para la lectura en pantalla, pensada para monitores LCD y documentos digitales.
En 2007 se convierte en la tipografía predeterminada de Microsoft Office, sustituyendo precisamente a Times New Roman. En pocos años, Calibri se integra en millones de documentos administrativos, correos electrónicos, informes y comunicaciones oficiales.

Características tipográficas
Calibri es una sans serif humanista:
- trazos suaves
- proporciones abiertas
- interletrado generoso
- ausencia de remates
Estas características la hacen:
- muy legible en pantalla
- eficiente en textos largos
- visualmente limpia y neutral
Por qué fue elegida
Calibri encarna la idea de una administración moderna:
- digital
- rápida
- estandarizada
- funcional
Sin embargo, esta misma neutralidad ha generado críticas. Para algunos, Calibri resulta demasiado informal, demasiado cercana al mundo corporativo y tecnológico, poco solemne para representar al Estado.
Times New Roman: la voz de la tradición
Una historia editorial
Times New Roman nace en 1931 para el periódico The Times de Londres. Es una tipografía serif diseñada para la impresión, pensada para ser legible, compacta y autoritaria sobre papel.
A lo largo del siglo XX se convierte en un estándar global: libros, periódicos, ensayos académicos y documentos oficiales. Durante décadas ha sido la tipografía de la seriedad por excelencia.

Características tipográficas
Times New Roman es una serif clásica:
- remates marcados
- fuerte contraste entre trazos
- alta densidad de texto
Esto la hace:
- ideal para la impresión
- reconocible y familiar
- asociada a la formalidad
Ventajas y límites actuales
Si por un lado transmite autoridad y continuidad, por otro Times New Roman suele percibirse como:
- anticuada
- sobreutilizada
- menos adecuada para la lectura en pantalla
Y, sin embargo, precisamente esa “antigüedad” es lo que para muchos la hace tranquilizadora.
¿Tradición o funcionalidad? Un falso dilema
El enfrentamiento entre Calibri y Times New Roman no es una lucha entre lo correcto y lo incorrecto. Es más bien el reflejo de una pregunta más profunda:
¿qué imagen debe transmitir hoy una institución pública?
- ¿Continuidad histórica o adaptación tecnológica?
- ¿Familiaridad o eficiencia?
- ¿Solemnidad o accesibilidad?
Cada tipografía responde de manera distinta a estas exigencias. Y ninguna de las dos es, en términos absolutos, “mejor”.
Cuando la tipografía se convierte en lenguaje del poder
La elección de una tipografía institucional es un acto silencioso pero poderoso.
No ocupa titulares como una ley, pero contribuye a construir la percepción del Estado, día tras día, documento tras documento.
Calibri narra una administración orientada a lo digital, a la estandarización y a la velocidad.
Times New Roman evoca una institución que se reconecta con su historia, con la forma y con el ritual.
Contar esta elección no significa tomar partido, sino reconocer que incluso las letras hablan. Y que, a veces, dicen mucho más de lo que parece.
