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El rojo es quizás el color con las tonalidades más variadas y famosas: está el carmesí, el escarlata, el granate, el rojo pompeyano (del que hablamos aquí) y el rosa. Y también está el amaranto. Este rojo con fuertes matices púrpuras es uno de los más particulares: es oscuro, pero a la vez brillante. Es profundo ¡y tiene una historia mágica!
No es casualidad que la planta de amaranto, de la que toma su nombre el color, fuera considerada por los antiguos aztecas un regalo de los dioses. El amaranto también es el color elegido por una de las familias más influyentes de la historia occidental: los Medici de Florencia. Hoy en día, el amaranto se utiliza en algunos equipos históricos de fútbol, en las fuerzas armadas y, más a diario, en la decoración para dar un toque refinado a nuestros hogares.
Descubramos juntos el origen, las anécdotas y los usos más interesantes del color amaranto. Y prepárate para sorprenderte… este color se asocia, de hecho, con una de nuestras cualidades más bonitas: ¡la capacidad de asombrarnos!
¿Qué color es el amaranto?
El amaranto es un color que pertenece a la gama de tonos rojos, con un fuerte componente púrpura. Por ello, aunque es un rojo bastante oscuro, también es brillante, intenso y enérgico.

Desde el punto de vista de la psicología del color, el amaranto es por tanto un color muy fuerte y autoritario: se asocia con el asombro, con la capacidad de sorprenderse.
En formato impreso, el código de color Pantone para el amaranto es 19-2410 TCX, pero si quieres utilizar este tono en formato digital, el código hexadecimal para el amaranto es #9F2B68 (aunque debemos decir que existen varias tonalidades de este color, algunas de las cuales son más suaves y rosáceas).
¿De dónde viene el color amaranto?
El color amaranto debe su nombre a una planta. Y no a cualquier planta: el amaranto era muy importante para los aztecas, los incas, los mayas y otras civilizaciones de Centroamérica y Sudamérica. De hecho, se consideraba el trigo de los dioses.

La planta de amaranto, que cuenta con docenas de especies diferentes, es originaria de México. Las especies más conocidas poseen una particular flor en forma de espiga con un maravilloso color rojo. Se cree que, ya en la antigüedad, los humanos consumían tanto las semillas como las hojas. Las civilizaciones precolombinas lo consumían en grandes cantidades, junto con el maíz, por sus excelentes propiedades nutricionales (hoy en día, el amaranto, al ser un alimento sin gluten, se utiliza en dietas para celíacos). Las preparaciones a base de amaranto también se utilizaban en ritos religiosos y para crear ídolos antropomórficos.

El nombre amaranto proviene del griego antiguo y significa «que nunca muere» o «que nunca se marchita». De hecho, existen crónicas de los antiguos griegos y romanos que hablan de una planta llamada amaranto, utilizada para implorar la benevolencia de las diosas. Sin embargo, lo más probable es que estas fuentes se refieran a otra planta. De hecho, el amaranto se importó a Europa a partir del siglo XVIII.
El amaranto, un color poderoso: de los Medici a Ferrari
El color amaranto tiene una larga historia de uso por parte del ser humano. Por ejemplo, es famoso por ser el color asociado con la influyente familia Medici de Florencia, protagonistas del Renacimiento.

También en el ámbito militar el color amaranto goza de un éxito considerable. Durante la Segunda Guerra Mundial, el amaranto fue el símbolo de la fuerza aérea británica. Incluso hoy, la famosa boina amaranto la usa la unidad italiana Folgore, especializada en operaciones de paracaidismo.
El color amaranto también es muy popular en el deporte. De hecho, se asocia con varios equipos de fútbol italianos: entre los más importantes se encuentran el Livorno Calcio y el Reggina.

Un equipo deportivo, generalmente asociado con otro rojo famoso, también ha explotado el simbolismo y el poder de este color: Ferrari. En 2020, la famosa escudería italiana celebró su Gran Premio número 1000 en setenta años. Para la ocasión, vistió el Ferrari SF1000 con un maravilloso color amaranto.
¿Sabías el motivo de esta decisión? En su primer Gran Premio, celebrado en Mónaco en 1950, Ferrari compitió con coches futuristas de color amaranto.

Pero los ámbitos donde el amaranto destaca con mayor intensidad son probablemente los más cotidianos: uno de ellos es, sin duda, la decoración. En este sector, se utiliza para aportar elegancia y refinamiento a los interiores. El amaranto se adapta tanto a estilos industriales como étnicos, pero hay que tener en cuenta que, al ser un color muy intenso, es preferible no exagerar. Se recomienda, por ejemplo, para realzar tonos delicados como el blanco,gris perla o verde pastel.

Un sofá de diseño en color amaranto. Imagen: home-magazine.it
¿Tienes también una conexión especial con el color amaranto? ¿Has utilizado ya este color en alguno de tus proyectos? Te damos un consejo… ¡déjate inspirar por su maravilla!