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“Lanzarse como freelance es la oportunidad de trabajar en algo que te gusta, aunque conseguirlo nunca dependerá del azar: serás tú quien deba dar cada paso en el camino para conseguir ese objetivo”. La introducción del nuevo libro de Martina Flor es toda una declaración de intenciones. ‘El gran salto. Guía para lanzarte como freelance en las industrias creativas’ cuenta las cosas que la diseñadora e ilustradora argentina, especializada en lettering y diseño de tipos, ha aprendido a través de sus aciertos y errores desde que decidiera fundar su propio estudio en Berlín hace aproximadamente 10 años. “La gran incógnita no es aprender a hacer un determinado oficio, sino poder trabajar y vivir de eso”, nos cuenta desde allí.
Tras graduarse como diseñadora gráfica en la Universidad de Buenos Aires, su ciudad natal, Martina Flor se estableció en Barcelona, donde estudió un posgrado de Diseño para la Comunicación en la escuela Elisava. Más tarde se mudó a La Haya y obtuvo un Master en Diseño de Tipografía en la Real Academia de Arte. Lo que era una afición para despejar la mente por las noches tras una larga jornada de trabajo, ilustrar, se acabó convirtiendo en su actividad principal. Y así fue como empezó a colaborar con editoriales, revistas y agencias de publicidad de todo el mundo. The Washington Post, Vanity Fair, Harper Collins, Monotype, Etsy, Adobe, Levi’s, Mercedes Benz, Lufthansa y Cosmopolitan son solo algunos de sus clientes habituales.
Los desafíos del freelance
Durante todo este tiempo, a Martina Flor le han surgido numerosas dudas, desde cómo conseguir un cliente hasta poner precio a un trabajo, construirse un portfolio sin tener experiencia, establecerse por cuenta propia o buscar formas alternativas para generar ingresos. Una gran parte de su tiempo la dedica a viajar por el mundo para presentar su trabajo en conferencias y realizar workshops para que tanto diseñadores consolidados como principiantes puedan mejorar sus habilidades en el dibujo de letras. Ahí se dio cuenta de que todos se encuentran ante los mismos problemas y desafíos y eso a veces les impide acabar de despegar. “En nuestra formación como creativos aprendemos sobre el arte, pero poco se nos enseña sobre cómo llevar un negocio”, afirma.
De ahí la idea de escribir un libro con ilustraciones hechas a mano para responder a todas las preguntas y situaciones que surgen o surgirán a la hora de emprender, no solo en el terreno del diseño, sino también de la escritura, la fotografía o la filmación, entre otras disciplinas artísticas. En ’El gran salto’, Martina Flor explica, desde su experiencia personal, qué significa ser freelance, cómo organizar los aspectos más elementales y construir un proyecto independiente sostenible. Después de cada capítulo se reserva una página en blanco para que el lector escriba notas personales y llegue al final del libro con una hoja de ruta que puede usar para comenzar su propio proyecto. Y, si todavía quiere aprender más, puede descargar información extra en la web http://thebigleapclub.com.
La principal herramienta de trabajo: uno mismo
Una de las enseñanzas más importantes que se pueden extraer de la guía es que “hoy en día el perfil de un freelance no tiene que ver necesariamente con dar un servicio a un cliente, también puede aportar valor con charlas o vender su propia línea de productos. Además, tiene en su poder la capacidad de llegar a una audiencia más amplia con plataformas como Instagram”. Pero sin duda el mensaje más valioso de la diseñadora argentina es que lo esencial es cuidar de la principal herramienta de trabajo, que no es otra cosa que “uno mismo”.
Para Martina Flor, lo que más le costó de dar el salto fue creerse, “tener el coraje de detenerte y darte cuenta de que tienes un talento que puedes compartir”. Y lo que más feliz le hace de ser freelance “es que la gente te identifique a través de un proyecto que construyes, que tiene tu impronta y tus valores. Eso es muy gratificante”, concluye.