Personal Branding: consejos para mejorar tu imagen profesional

Personal Branding: consejos para mejorar tu imagen profesional

Alessandro Bonaccorsi Publicado el 3/8/2019

Independientemente de si tienes una tienda o una empresa, si eres autónomo, estudiante o, simplemente, una persona curiosa, habrás notado que hoy en día, para estar en el mercado, debes cuidar tu imagen.

Esto no significa cuidar el look, ponerse guapo o guapa, arreglarse, ir a la última, ir a la moda, ser fashionista o ni ninguna cosa rara.

No nos referimos al aspecto exterior, sino a la imagen que das de tu profesión, empresa o negocio.

¿Qué significa personal branding o marca personal?

 Todo surgió a raíz de un artículo de Tom Peters, escritor de temas relacionados con el pensamiento empresarial, en la revista Fast Company que dirigía por aquel entonces. El artículo se titulaba «The brand called you» (La marca llamada tú).

Era 1997 y, por primera vez, alguien había tenido el valor de declarar que cualquier persona era una «brand» (marca), es decir, que era importante cuidar la imagen profesional porque todos estamos en el mercado y todos somos continuamente responsables de nuestra reputación y de nuestra credibilidad. Por supuesto, debemos asumir, antes de nada, que el mercado de trabajo estadounidense es mucho más flexible y movido que el nuestro, la gente cambia a menudo de trabajo buscando mejorar su posición y su salario.

En el artículo se encuentran frases como esta: «Today, in the Age of the Individual, you have to be your own brand» (En la actualidad, en la era del individualismo, tienes que ser tu propia marca).

Fue un cambio trascendental porque, hasta entonces, el marketing estaba más basado en servicios y productos ofrecidos que en la propia reputación.

Aquí puedes leer el artículo original en inglés.

Consejos para construir tu reputación profesional

¿Cómo construir tu marca y ser tu propio director general?

Para ello, debemos encontrar la respuesta a tres preguntas fundamentales.

1. ¿Qué es lo que me hace diferente?

El primer paso está en saber quiénes somos y cómo trabajamos. Esta es la fase más difícil: ten en cuenta que existen personas cuyo trabajo consiste en ayudar a entender estas cosas para poder construir después una marca personal. Una de las cosas más importantes, además del posicionamiento en el mercado, es saber cuál es nuestra singularidad, ese punto de originalidad o diversidad que nos diferencia del resto.

2. ¿Cuáles son mis clientes potenciales?

Necesitamos saber identificar cuál es no solo nuestra profesión (algo bastante fácil para la mayoría de nosotros), sino también cuál es nuestro público de referencia y, por tanto, cuáles son nuestros clientes potenciales.

 3. ¿Qué necesitan mis clientes?

A menudo, sabemos muy bien lo que podemos hacer, pero no sabemos cómo nuestros clientes pueden utilizar nuestros servicios y productos. Saber cuáles son las necesidades de los clientes constituye el tercer paso necesario.

Consejos para construir tu imagen

¿Cuáles son las herramientas más útiles para crear y administrar tu marca, esto es, para construir tu imagen profesional?
Cuando salió el artículo de Tom Peters, las redes sociales aún no habían crecido tanto y el mundo todavía no estaba tan invadido por Internet e imágenes como ahora (¡han pasado veinte años desde aquel artículo!).

Probablemente pienses que lo primero que hay que hacer para construir tu imagen profesional es gestionar mejor tus redes sociales: principalmente Facebook, Instagram y LinkedIn.
Curiosamente, creo que en realidad eso se puede considerar la segunda o tercera cosa que hacer.

En esta fase no sirve de nada inspirarse, por ejemplo, en Salvatore Aranzulla o en cualquier bloguero o youtuber famoso o cualquier otro tipo de influencer.
No estamos hablando de ese tipo de marca personal, aunque comprender el éxito de estas personas y cómo se mueven es muy útil para conocer las dinámicas de las redes sociales.

Así que, por ahora, no pienses en tu foto, porque puede que no sea necesaria hasta más adelante.
De hecho, se tiende a pensar que, para crear una marca personal, hay que poner nuestra cara por todas partes y siempre en primer plano, sobreexponernos en un juego continuo de espejos que, en algunos casos, aumentará excesivamente nuestra vanidad y autoestima.

Sitio web personal: partimos de la base

El primer paso, después de haber analizado y comprendido todo sobre nuestra actividad profesional (como decíamos más arriba), consiste en tener un sitio web. Ese será tu espacio: pagarás por él, algo así como el estudio o la tienda donde trabajas, y será tuyo mientras lo pagues. Las redes sociales son gratuitas y nada de lo que publiques en ellas es realmente tuyo y, en cualquier caso, nunca puedes averiguar cómo y quién ve tus contenidos

En cambio, el sitio web es todo tuyo y puedes gestionarlo como quieras.
Por supuesto, para generar tráfico y conseguir que te vean, tendrás que trabajar duro para que te visiten, probablemente cruzando y aprovechando tu presencia en las redes sociales con tu presencia en el mundo real. Pero el punto de partida sigue siendo tu sitio web personal.

La marca personal cuenta… en el mundo real

Es importante que entiendas que la marca personal no es una actividad que vive solo en el mundo virtual de la web: es tu reputación profesional y tendrá un impacto en tu vida diaria y en lo que las personas que conoces y que conocerás piensan y pensarán de ti.
Se informarán a través de la web para conocerte mejor, te seguirán si tus contenidos, productos o servicios se consideran de calidad o interesantes y querrán conocerte y trabajar contigo.

Por ello, por ejemplo, nunca debes olvidar llevar contigo tus tarjetas de visita. Y en papel, claro. No todo es virtual.

Para concluir esta primera parte sobre tu marca personal, debes saber que ya existe, independientemente de que tú la estés gestionando o no. Tu reputación, tus resultados, tus servicios o tus productos, lo que haces, cómo te has comunicado, las ferias y los eventos en los que has participado, las manos que has estrechado y las llamadas que has hecho y recibido ya han construido tu imagen profesional. De ahora en adelante, deberás gestionarla tú y, si quieres, cambiarla de forma que se note la forma única que tienes de abordar tu profesión.

(En los próximos artículos, descubriremos las herramientas promocionales que puedes utilizar para desarrollar mejor tu marca personal).