“Science” y su sobrio diseño gráfico: ciencia que asombra sin efectos especiales

“Science” y su sobrio diseño gráfico: ciencia que asombra sin efectos especiales

Alessandro Bonaccorsi Publicado el 7/1/2025

“Science” y su sobrio diseño gráfico: ciencia que asombra sin efectos especiales

En 1880, se fundó en Nueva York una de las revistas científicas más famosas y prestigiosas del mundo, y que se convirtió en un referente en el campo de la investigación científica y su divulgación al gran público. Se trata de la revista Science, que lleva más de un siglo siendo una autoridad en el mundo científico. Además, es una de las revistas con mayor índice de impacto, por lo que cualquier investigador aspira a publicar en ella. Al mismo tiempo, ofrece contenidos que están adaptados a un público más amplio (aunque culto y con conocimientos científicos), y habitualmente es la que nutre las secciones de ciencia de periódicos y revistas de todo el mundo.

Alexander Graham Bell y la invención del teléfono. Fuente

Desde 1900, Science es el órgano oficial de la AAAS, la American Association for the Advancement of Science, la organización científica más grande del mundo. La asociación promueve el progreso de la ciencia

fomentando la cooperación internacional entre científicos y comunicando los resultados de las investigaciones tanto al público como a los responsables políticos, pero siempre haciendo gala de su independencia.

Esta introducción era necesaria hacerla aunque en este artículo nos vayamos a centrar en el diseño gráfico de la revista, ya que la AAAS no solo ha definido a lo largo del tiempo la identidad editorial de Science, sino también su evolución visual, siempre orientada a la calidad, la claridad y la transparencia en la comunicación.

La historia de la revista está plagada de anécdotas relacionadas con las vidas de los científicos más grandes de la historia. Thomas Edison, junto al periodista John Michels, fue cofundador y uno de los primeros impulsores de Science, pero el proyecto no tuvo mucha suerte al principio: la idea de hacer una publicación que reuniera lo mejor de la investigación científica mundial parecía que se iba al traste. Sin embargo, gracias a la intervención de la AAAS y de Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, la revista se salvó y se transformó en lo que conocemos hoy: un medio con más de 100 000 suscriptores en todo el mundo, con una página web con más de 8 millones de visitas mensuales.*

Número de Science de diciembre de 1900. Fuente

La revista científica por excelencia por dentro

Science es una revista bien diseñada y que refleja la seriedad de sus contenidos. Se publica semanalmente con un formato algo más pequeño que el de un tabloide (177 × 254 cm). Esto hace que sea mucho más manejable y compacta que otras publicaciones, además de ser ideal para una lectura cómoda y para transportarla, teniendo en cuenta que se trata de una revista con bastantes páginas y que está pensada para conservarse en el tiempo. Las revistas científicas, de hecho, están concebidas para tener una vida útil bastante prolongada: las leen distintas personas o están disponibles en bibliotecas y universidades. Por ello, no pueden ser tan «frágiles» como una revista de actualidad, que a la semana ya está desfasada y puede desecharse.

Su diseño de tres columnas está muy bien organizado y aporta claridad: predominan las páginas blancas para facilitar la lectura, con finas líneas de separación entre las columnas. Además, las imágenes o los gráficos solo aparecen cuando son necesarios.

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Las revistas científicas, por muy llamativas que sean sus portadas, deben mantener un equilibrio en su interior. Por un lado, está el rigor científico de los artículos de las investigaciones, donde como mucho se incluyen resúmenes gráficos. Por otro, están los artículos de divulgación donde se utilizan más fotos e ilustraciones, aunque siempre con moderación.

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El logo de Science ha cambiado ligeramente a lo largo de su historia, aunque casi siempre ha estado caracterizado por una elegante tipografía sans-serif, salvo por un periodo comprendido desde finales de los años 50 hasta los años 80, en el que se usó una fuente egipcia demasiado alargada.
No hay ninguna información confirmada en relación con las fuentes utilizadas, pero, a simple vista, el logotipo actual es muy similar a las tipografías Garamond o Century.

Para entender el cuidado que se pone en cada detalle de la revista, basta con leer lo que se escribió en el editorial de 1986, cuando anunciaron un importante rediseño:

«El formato familiar, es decir, la antigua tipografía y el antiguo logo, la disposición reconocible de las secciones, el diseño intuitivo y los espacios en blanco, solo puede dejarse atrás mediante lo que parece un acto de traición».

Y para justificar por qué se colocó el punto sobre la letra «I» mayúscula en el logotipo:

«Un toque de diseño, el punto sobre la “I” mayúscula, podría suscitar comentarios. Para algunos, será la cúspide del modernismo, una señal de que “Science” se está volviendo vanguardista y avanza hacia una nueva era. Para otros, será el triunfo de un error tipográfico sobre las fuerzas del saber».**

Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Science_(journal)

Portadas memorables para descubrimientos revolucionarios

En los años 60, Science empezó a utilizar imágenes en sus portadas. Hasta entonces, la revista se presentaba con un índice de contenidos en portada y con un diseño bastante sobrio. Lo más probable es que los avances en las técnicas de impresión y la competencia de Scientific American llevaron a la AAAS a considerar la necesidad de modernizar la revista y atraer al público con imágenes impactantes. Scientific American ya usaba fotos a color bastante llamativas, tanto por su calidad como por los temas representados, y había empezado a marcar tendencia en el mundo de las publicaciones científicas, que, hasta ese momento, se apoyaban sobre todo en textos acompañados de gráficos, esquemas e imágenes técnicas.

La evolución gráfica de la revista se puede ver claramente en la evolución de sus portadas a lo largo de las décadas.

Archivo de Science. Fuente: https://www.science.org/loi/science

El primer rediseño se produjo en 1959, cuando se empezó a utilizar una tipografía egipcia para el logotipo y se usó una fotografía por primera vez en la portada. En concreto, era una micrografía electrónica de un cristal de cuarzo fracturado en blanco y negro.

Archivo de Science. Fuente: https://www.science.org/loi/science

La primera portada en color llegó a finales de 1975. El uso del blanco y negro no solo se debía a decisiones editoriales: muchas de las imágenes que se mostraban provenían de investigaciones científicas, por lo que no todas estaban en color, ya que se tomaron con microscopios, equipos de rayos X, dispositivos mecánicos de escritura, entre otros. Con el tiempo, se popularizó la coloración artificial de algunas de estas imágenes, como las tomadas con microscopio o las de temática cósmica. Desde entonces, el diseño de las portadas siguió las tendencias del diseño gráfico internacional, dando cada vez más protagonismo a unas imágenes que, cuanto más impactantes, mejor eran.

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Ilustraciones, infografías y diagramas: la ciencia visual en su máxima expresión

Dentro de la revista, como ya hemos mencionado, se alternan fotografías, diagramas, infografías e ilustraciones, dependiendo del tipo de artículo.

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Cada año, Science se encarga de seleccionar los mejores ejemplos visuales científicos que se han publicado en la revista, a través de una sección especial llamada «The best of Science graphics», al igual que hacen otros medios estadounidenses como The New York Times. Aquí podemos apreciar que el equipo gráfico de Science es capaz de crear elementos visuales de distintos estilos y dotados de una gran calidad.

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Las ilustraciones se encargan, sobre todo, para artículos importantes que van a ir en portada, especialmente si tratan sobre temas filosóficos, éticos o teóricos. El ilustrador debe crear la imagen de la portada, además de una o más ilustraciones para acompañar al artículo en el interior de la revista.

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Conclusiones: una revista cuidada con una estética sobria

Science, desde hace más de un siglo, se ha consolidado como una de las revistas científicas más prestigiosas y reconocidas del mundo (su factor de impacto la sitúa entre las 25 primeras). La calidad de las investigaciones que publica va de la mano con un diseño gráfico simple y sobrio que ha marcado tendencia. La revista sigue las últimas tendencias en lo que a creación de imágenes científicas se refiere, elevando cada año los estándares requeridos, y alentando a los centros de investigación y universidades a cuidar cada vez más este aspecto tan esencial para la divulgación científica.

En particular, destaca como una revista capaz de enfrentarse a los desafíos del futuro, con un buen equilibrio entre suscripciones impresas y digitales, además de con una página web repleta de contenidos y archivos que se encuentra entre las más visitadas del mundo en el campo científico.

En un mundo tan exigente como el de las revistas científicas, en el que la credibilidad y el diseño gráfico deben ir de la mano, Science sigue siendo uno de los mayores referentes del sector.

Fuente

** Citas del editorial «A new Look» del 3 de enero de 1986, vol. 231:
https://www.science.org/doi/pdf/10.1126/science.231.4733.9