Trendspotting 2018: diseño editorial

Trendspotting 2018: diseño editorial

Emily Potts Publicado el 1/10/2018

Independientemente de que estés creando un diseño para una publicación digital o para una impresa, muchas de las normas para cumplir con el objetivo de legibilidad son las mismas. Si los usuarios no pueden leer o no entienden la jerarquía, perderás su atención. Las tendencias en el diseño editorial han pasado de diseños excesivamente recargados a páginas con diseños escasamente poblados de letras sobre enormes espacios en blanco. Y lo que funciona para una publicación, no funciona para otra, por lo que es completamente subjetivo.

Los diseñadores Xavier Schoebel y Amélie Lecocq tienen mucha experiencia en el diseño de publicaciones en Francia para instituciones culturales como el Louvre y el Centro Pompidou. Ambos enseñan diseño gráfico —Xavier en LISAA (el Instituto superior de artes aplicadas de Estrasburgo, y Amélie en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Estrasburgo—. «Buena parte de nuestro trabajo en diseño editorial gira en torno a temas culturales, donde utilizamos tablas y elementos gráficos ilustrados para representar la información. Por ejemplo, lo que funciona para un libro infantil, no funciona para una revista de moda», explica Xavier.

Aquí, el dúo, que también dirige su estudio Collectif Ça va 2 Paire, comparte sus predicciones sobre las cinco tendencias de diseño editorial que veremos en 2018 —muchas de las cuales ya son una realidad—.

Nos gusta usar creaciones tipográficas contemporáneas. Por ejemplo, en el libro The North and the East Into World War I usamos diferentes tipos de estilos para crear drama en la página. Nos gusta mezclar fuentes históricas antiguas con nuevas, que son más flexibles.

  1. Tipografía: en la variedad está el gusto

Las viejas normas tipográficas sobre usar solo dos o tres estilos de tipos en un diseño editorial ya no son relevantes. De hecho, es divertido mezclar y combinar diferentes fuentes para crear un estado de ánimo particular. «Nos gusta mezclar fuentes históricas antiguas con nuevas, que son más flexibles», comenta Amélie. «Crear un diseño tipográfico contemporáneo significa, a veces, combinar tipos antiguos con nuevos para crear una sensación atemporal».

  1. Color: cuanto más vivos, mejor

Los colores vivos y con contraste alto pueden marcar la diferencia entre un diseño monótono y uno que hable a las masas. Xavier dice: «Combinar un color vivo con uno pastel o un tono gris es una forma sencilla de crear profundidad e intriga, como en las portadas de los álbumes vintage de los años 70. Había una tendencia a las ilustraciones con colores vivos o letras sobre fotos en blanco y negro o menos cromáticas». A menudo, el contraste contribuía a la narrativa y a la intriga del álbum.

La infografía es una herramienta útil para ilustrar las medidas y los datos. También añaden impacto y color a información que de otro modo resultaría aburrida.

  1. Imágenes: originales o de stock

Las fotos de stock están bien si tienes prisa o un presupuesto muy ajustado, pero el arte original siempre es mejor, y es una tendencia que nunca va a cambiar, lo que resulta ideal para artistas y fotógrafos. Los ilustradores pueden coger una historia y llevarla a otro nivel con su interpretación de la narrativa. «También es divertido añadir encabezados o dibujos sobre las fotos. Eso sí, asegúrate antes de tener el permiso del fotógrafo para hacerlo si no has comprado los derechos exclusivos», comenta Amélie. «Estos elementos gráficos adicionales pueden añadir dramatismo y perspectiva». Por supuesto, si compras imágenes de stock, no tienes que pedir permiso para hacerlo.

Aquí hemos transformado la cuadrícula en un elemento pictórico para una exposición sobre la historia de la biblioteca histórica de la Universidad de Estrasburgo. Ponemos referencias de líneas azules para los bloques de texto en la cuadrícula, ya que recuerda al diseño de los libros antiguos que puedes encontrar en este tipo de bibliotecas.

  1. Composición: equilibrio entre texto e imágenes

Las cuadrículas de diseño son siempre un punto de partida para cualquier diseñador de publicaciones. Hay que configurar la página, determinar el ancho de las columnas y comprobar cómo se verán los encabezados en la página. «A menudo, los diseñadores deciden deconstruir una cuadrícula para crear dinamismo en una composición», comenta Xavier. «Por ejemplo, hay una tendencia a usar más espacio en los márgenes para poner diferentes tipos de información, como una foto pequeña que sirva como referencia a una imagen más grande que se verá en una publicación más adelante».

  1. Publicaciones impresas versus digitales

Llevamos años escuchándolo: «La impresión está muerta». Pero no. Es un hecho que el número de publicaciones impresas ha disminuido drásticamente en la última década, pero la gente —sobre todo artistas y diseñadores— anhelan la experiencia táctil de pasar las hojas de una revista o un periódico. «Para nosotros, las ediciones digitales no pueden reemplazar a las impresas, pero son un gran complemento», comenta Amélie. Por ejemplo, si estás haciendo una tirada limitada, intenta usar hojas más pesadas o técnicas de impresión diferentes, y luego explica el proceso en la edición digital. Haz que coexistan y funcionen juntas.

Algunas de estas tendencias no son nuevas, pero el diseño editorial puede ser muy experimental dependiendo de tu público. Como dice Xavier: «Se trata de encontrar un equilibrio entre los diferentes niveles de texto, las fotografías y las ilustraciones para crear nuevas conversaciones visuales ».