#Brandvolution – Air France, la historia de un logo «à la française»

#Brandvolution – Air France, la historia de un logo «à la française»

Redacción Publicado el 10/7/2020

Aquí estamos, en la tercera cita, con otro de los artículos que investigan la evolución de la identidad visual de marcas muy muy famosas. Ya hemos hablado de Versace y de Instagram, ahora le toca el turno a la aerolínea francesa Air France. Vamos a recorrer la historia de su logo y a ver cómo ha cambiado con el tiempo. Dado que se trata de una historia muy larga, que comenzó allá por 1933, vamos a recorrerla por las etapas principales, que se corresponden con los rediseños más conocidos.

Abróchate el cinturón, ¡despegamos! 

El hipocampo, el primer logo de Air France

Air France nació el 7 de octubre de 1933 de la fusión de cuatro compañías aéreas francesas. El primer logo venía heredado de uno de los antecesores, Air Orient. Es un hipocampo alado, una criatura mitológica con el cuerpo de un caballo y la cola de un pez. Para la tripulación es «el camarón», el apodo cariñoso. El glifo azul está muy detallado y viene acompañado del nombre de la compañía, que usa una fuente ligera y sobria (lo verás en el vídeo que sugerimos más abajo).

En general, se trata de un logo muy icónico y elegante, ciertamente único. De hecho, la marca se dirige a todos aquellos que eligen toda una experiencia de viaje y no solo un servicio de transporte cualquiera. Interpreta, con un toque de romanticismo, «el arte de viajar a la francesa» —bien cuidados con servicios de alta calidad—.

1976, aparece la franja tricolor

¿Qué ocurrió en 1976? El tamaño del glifo se reduce significativamente, en comparación con las letras. Y, en el logo, aparece también una franja tricolor que recuerda, además de a la bandera francesa, a las alas del hipocampo y a la cola de un avión.

Este logo permaneció más o menos inalterado hasta el famoso rebranding del 2009.

2009, el logo diseñado por Brandimage

Aterrizamos ahora en 2009 para ver los resultados del rebranding realizado por la agencia Brandimage. ¿Qué te llama la atención del nuevo logo?

El nombre de la compañía aérea utiliza un carácter tipográfico muy ligero, ha desaparecido la franja tricolor y, en su lugar, hay un único acento de color rojo intenso que se suma al azul marino, el color de la tradición. El logo, mucho más simplificado y contemporáneo, se abre a un mercado global. De hecho, nos encontramos justo después del momento de la fusión Air France-KLM (que tuvo lugar en 2003), esto es, cuando se abrió a un público internacional. Como afirma François Brousse, director de comunicación de Air France:

«Esta nueva identidad, elegante y contemporánea a la vez, representa los cambios fundamentales que Air France ha vivido en los últimos años. Gracias a la consistencia entre el logo antiguo y el nuevo, podemos garantizar una transición gradual para nuestros pasajeros».

¿Y qué pasó con el hipocampo? No se extinguió, solo se simplificó.

Aquí puedes disfrutar de un vídeo que recorre la historia del logo, desde los orígenes hasta el momento que hemos mencionado, el año 2009.

2019, la campaña «We Are Air France»

Volamos al 2019 y llegamos a la última campaña lanzada por la compañía: «We Are Air France». La voz narrativa es la del piloto y astronauta Thomas Pesquet.

En el vídeo vemos pilotos, auxiliares de vuelo, mecánicos, ingenieros y todo el personal de la compañía en sus puestos de trabajo. Sin embargo, a pesar de las apariencias, el vídeo habla muy poco de los servicios ofrecidos por Air France. Si nos fijamos bien, el verdadero protagonista es la sensación de asombro que acompaña al descubrimiento de los cielos. Está presente la tradición de Francia, el país que creó la aviación, y el futuro, la tecnología y las grandes compañías espaciales (no es ninguna casualidad que la voz narrativa sea la de un piloto y astronauta). Échale un vistazo y concéntrate en los planos individuales: hay muchísimos encuadres desde el avión y, más concretamente, desde la cabina de pilotaje.

¿Qué intención tiene Air France con este vídeo? Hacernos soñar, tal vez, con esa marcada tendencia francesa al romanticismo. Vamos, que «France is in the air».