Pasamos gran parte de nuestra vida en el trabajo.
Estamos mucho más tiempo en la oficina, la fábrica o el estudio que en casa, y eso es innegable. Sabemos bien que el entorno influye en nuestro bienestar y en nuestra forma de pensar y de comportarnos. Muchas empresas se han planteado la cuestión de cómo decorar y organizar los espacios de trabajo para que los empleados se sientan mejor y, por tanto, trabajen mejor y sean más eficientes. Si la gente se siente mejor en el trabajo, disminuyen los problemas, los errores y las quejas, y los resultados se vuelven tangibles tanto en términos económicos como en términos de bienestar general.
Una parte del compromiso de algunas empresas —sobre todo las más innovadoras— para la mejora de sus espacios de trabajo está dedicado a las paredes. En otras palabras, a hacerlas más coloridas; esta motivación se traduce después en un montón de soluciones interesantes y creativas más allá de la decoración e incluyen la filosofía empresarial en su conjunto. De esta forma, la empresa puede crear distintas zonas en sus espacios para motivar e inspirar y ofrecer espacios más cómodos o que estimulen la creatividad, por ejemplo.
Decorar la oficina: mejorar la estética y la creatividad de los que trabajan allí.
La atención a los muebles y la decoración interior, especialmente por parte de las grandes empresas e instituciones, siempre ha estado ahí, pero después de un período de minimalismo, constructivismo, racionalismo, brutalismo y cementismo, nos encontramos trabajando a menudo en espacios vacíos, estériles, fríos, donde el blanco sucio es lo que predomina y las paredes desnudas ganan por facilidad de mantenimiento y neutralidad.
En los últimos años, los productos de pintura han mejorado y ha vuelto el deseo de colorear los interiores de las empresas. Han llegado ejemplos asombrosos de las empresas más innovadoras como, por ejemplo, las de Silicon Valley, que han diseñado espacios de trabajo más estimulantes y, además, divertidos.
Se ha extendido así en todo el mundo la correcta creencia de que, para generar nuevas ideas, hacen falta ambientes que estimulen la creatividad.
CÓMO DECORAR UN ESPACIO DE TRABAJO
En las empresas, hasta hace unos veinte años, no había muchas formas de decorar una pared. Las opciones eran pintarla o colgar algún póster. En cambio, en los últimos años, gracias a nuevos materiales y nuevas soluciones innovadoras, se han multiplicado las posibilidades de intervención para hacer los espacios de trabajo más creativos y estimulantes.
Veamos cuáles son estas soluciones.
PELÍCULAS DE PVC
Las películas de PVC tienen costes reducidos y ofrecen gran versatilidad gráfica. Incluso si requieren un mínimo de destreza en la aplicación, sobre todo si son de gran formato, tienen la ventaja de poder retirarse fácilmente de la pared y, por tanto, permiten renovar el diseño del espacio fácilmente.
Se les puede dar forma, por lo que se puede jugar con las formas de las paredes y de posibles columnas.
Son, probablemente, una de las soluciones más prácticas y más utilizadas, ya que permite encargar o comprar, por ejemplo, trabajos de ilustradores y artistas para poder reproducirlos fielmente. También son el medio más adecuado de utilizar tipografía en la oficina y tener así textos grandes en las paredes que sirven para motivar e inspirar.
PÓSTERES Y FORMATOS GRANDES
Otra forma de decorar las paredes consiste en usar formatos colgantes.
En general, uno piensa en los pósteres, que tienen la desventaja de que se tienen que enmarcar, lo que aumenta los costes. Se perciben como reproducciones de obras de valor artístico y, en efecto, permiten una calidad de impresión que no se puede lograr con otros materiales.
Sin embargo, si el objetivo es tener materiales fáciles de colgar, de coste accesible y que puedan quitarse fácilmente, es mejor elegir paneles y materiales rígidos que se puedan usar también como objeto de organización de espacios o mobiliario (separadores de ambientes, tótems, carteles informativos, etc.).
CUADROS Y FORMATOS PEQUEÑOS
Una tercera opción, más minimalista e informal, es la de usar imágenes impresas en marcos pequeños (en un formato máximo de A3) y componer mosaicos con ellas.
La ventaja es que permiten crear una historia variada, son fáciles de renovar y aportan una sensación hogareña y amigable en el espacio de trabajo.
QUÉ MOSTRAR EN LAS PAREDES DE UNA OFICINA
Muchas empresas repiten el material visual con el que se comunican al exterior en la decoración interior de sus espacios de trabajo: logo, publicidad y otras imágenes y frases que hablan de la empresa, como si quienes están dentro no conocieran su historia y su misión. En mi opinión, es un desacierto. Es mucho más eficaz, en cambio, decorar para inspirar, motivar y crear nuevos espacios de pensamiento para quienes trabajan ahí, mejorando su bienestar y su creatividad.
