Serigrafía casera

Serigrafía casera

Eugenia Luchetta Publicado el 4/21/2018

La serigrafía es una conocida técnica de impresión que utiliza como matriz un tejido para transferir la tinta a una gran variedad de materiales, como el papel, la madera, la tela o el vidrio, entre muchos otros.

La técnica, conocida desde la Antigüedad en Extremo Oriente para decorar telas, se volvió muy popular en el ámbito artístico en la década de 1960. Particularmente Andy Warhol contribuyó de manera decisiva a su popularidad. Y es que muchísimas de sus obras están hechas con esta técnica, que le permitía imprimir un gran número de copias del mismo diseño, pero, a la vez, obtener cada vez una impresión única, modificando la presión y las tintas.

La difusión de la serigrafía en ambientes alternativos y en diferentes subculturas para crear pósteres y portadas también se debe a otro factor importante: la facilidad con la que se puede crear un taller de serigrafía rudimentario y la disponibilidad de los materiales.

A diferencia de otras técnicas como la litografía, la xilografía y el aguafuerte —que requieren equipos más complejos, materiales más caros y, a veces, cuidado al usarlas—, un pequeño taller de serigrafía se puede crear en casa con un gasto reducido y sin contar con habilidades especiales.

Para el espacio de trabajo se necesita: una mesa lo suficientemente grande como para sostener el marco; un lugar que, en el momento oportuno, pueda hacer de cuarto oscuro (impidiendo que la luz penetre); y una tina en la que lavar el marco. La serigrafía se puede hacer de manera más o menos sofisticada, pero las herramientas absolutamente indispensables son las siguientes:

  • bastidor o marco de serigrafía, es decir, un marco de aluminio o de madera en el que se tensa una malla de poliéster;
  • racleta (también denominada rasero o rasqueta), que es una herramienta con una empuñadura de metal o madera y un perfil de goma para imprimir;
  • emulsionador o aplicador especial para distribuir la emulsión;
  • emulsión fotosensible;
  • solvente para emulsión fotosensible;
  • tinta —incluso los colores acrílicos clásicos son adecuados para la serigrafía—;
  • disolvente para tinta, líquido para mezclar con el color para que no se seque inmediatamente y se pueda usar en el marco;
  • lámpara especial para serigrafía o foco para jardín;
  • esponja;
  • cinta adhesiva.

Es posible que algunas herramientas no te resulten familiares si no has experimentado nunca con la serigrafía, pero no te preocupes, que en los pasos siguientes añadiremos información más detallada.

1.Aplicación de la emulsión en el marco

  • El primer paso consiste en verter una gran cantidad de la emulsión en el emulsionador, hasta llenarlo a la mitad. Tras su uso, la emulsión sobrante se volverá a echar en su recipiente original.
  • A continuación, se apoya el marco en vertical contra una pared y, manteniéndolo estable, se acerca el recipiente contra la malla a unos 2 cm del borde inferior del marco.
  • Después se inclina el recipiente hasta que la emulsión toque la tela y, en ese momento, se extiende sobre toda la superficie deslizando el recipiente hacia arriba. Hay que repetir la operación en la otra cara del marco.
  • Después, habrá que volver a colocar el marco para que se seque, con la cara exterior hacia abajo, en un lugar oscuro donde no haya luz ni fuentes de calor directas. Según las condiciones, el marco tardará en secarse entre una y cuatro horas.

2. Preparación de la mesa de revelado

  • También se puede revelar el marco poniendo simplemente formas recortadas de cartón opaco. No obstante, si se quiere imprimir un diseño más complejo, es necesario utilizar acetato u hojas transparentes especiales sobre las que imprimir la imagen en negro con una impresora láser. Lo que queda grabado en el marco corresponde a las áreas por las que no pasa la luz en el momento del revelado, por lo que el diseño debe ser de un negro intenso.
  • En un espacio sin luz directa, se pone el marco con la parte que se va a grabar hacia arriba, sobre un trozo de papel o tela de color negro, y se coloca la lámpara a unos 30 cm de distancia. Lo ideal es una lámpara de rayos UV especial para serigrafía, pero una opción más económica y también válida es usar un foco de jardín con una luz halógena de 500 vatios montado sobre un eje. En este último caso, recuerda que hay que quitar el vidrio protector antes de exponer el marco.
  • Se coloca el acetato sobre el marco de forma que la parte impresa toque la tela, es decir, en el sentido contrario al de lectura. Si se pone una lámina de vidrio sobre el marco, el resultado será mucho más detallado y preciso.

3. Revelado del marco

Se enciende la lámpara y se expone el marco. El tiempo de exposición variará según la potencia de la luz y otros factores. En el caso de utilizar una lámpara específica, las instrucciones darán indicaciones más precisas. Si, en cambio, se utiliza un foco, se deberá probar hasta dar con la luz que mejor funciona. Con una luz halógena de 500 vatios, para un marco en formato A3 a 30 cm de distancia, el tiempo de exposición óptimo es de 3-4 minutos.

4. Eliminación de las partes expuestas del marco

  • Una vez terminado el tiempo de exposición, se coloca el marco en la tina y se mojan ambas caras. Se espera un minuto y, a continuación, se dirige un chorro potente de agua tibia hacia ambas caras hasta que aparezca el diseño. Se puede usar una esponja en el reverso del marco para retirar el exceso de emulsión.
  • Se enjuaga y se deja secar el marco con la cara exterior hacia arriba y lejos de fuentes de calor.

5. Enmascarado del marco

Una vez seco, se enmascaran con cinta adhesiva —en la cara interior (en la que se verterá la tinta)— los bordes del marco y el área de la malla por donde no se ha extendido la emulsión.

6. Preparación del color

Se mezcla un 40 % de tinta acrílica de base acuosa con un 60 % de disolvente (hay que asegurarse de utilizar el tipo de disolvente adecuado para el material que se va a imprimir).

7. Impresión

  • Cuando todo esté listo, se pone bajo el marco el material que se quiera imprimir.
  • Se vierte el color previamente preparado sobre el borde del marco y se extiende con la racleta sobre la superficie, manteniendo el marco levantado.
  • Se baja el marco y se desliza la racleta de arriba abajo: el diseño se transferirá así al material.

8. Limpieza del marco

  • Una vez terminadas todas las impresiones, se retira con cuidado la tinta sobrante del marco y la racleta y se pone en un recipiente con cierre hermético para reutilizarla en otras impresiones. Se puede usar un espray para facilitar la operación.
  • Se retira la cinta adhesiva y se pone el marco en la tina, se moja y se aplica el disolvente de la emulsión. Se espera un minuto, se moja de nuevo el marco con un chorro de agua y se pasa un cepillo con suavidad para retirar toda la emulsión sobrante.

La serigrafía es un proceso largo, con muchas probabilidades de equivocarse y con operaciones que requieren varios intentos antes de obtener el resultado deseado. Aun así, es un procedimiento muy satisfactorio e interesante que permite obtener unos resultados difíciles de igualar con otras técnicas. Experimentar con los materiales (prácticamente todas las superficies se pueden imprimir con serigrafía) y con los colores es lo que hace que la serigrafía sea una técnica de impresión totalmente única.