Historia de las postales

Historia de las postales

Anabel Herrera Publicado el 4/19/2021

“Como todos los grandes inventos, la postal ilustrada ha provocado una revolución silenciosa en nuestros hábitos. Nos ha librado en secreto de la fatiga de escribir cartas. Todavía hay hombres vivos que pueden recordar los días en que se consideraba necesario e incluso delicioso escribir cartas a los amigos. Eran tiempos de ocio. Felizmente, la postal ilustrada ha liberado al autor moderno de esta esclavitud. Anteriormente, cuando un hombre iba al extranjero se veía obligado a apartarse del escenario para escribir laboriosas descripciones del mismo a sus amigos en casa. Ahora simplemente compra una postal en cada estación, garabatea algunos palabras a lápiz y lo publica, lo que realza los placeres de viajar”.

Con estas palabras describía el periodista londinense James Douglas, en 1893, el alcance de las postales como medio de comunicación tan solo 20 años después de haber aparecido. Fue el 1 de octubre de 1869 cuando la primera ‘korrespondenz-karte’, tarjeta de correspondencia, salió de la localidad austríaca de Perg y llegó a la de Kirchdorf al día siguiente. El mensaje era breve y de carácter personal: el emisor preguntaba al receptor si le gustaría visitarlo.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Correspondenz-Karte.jpg

El objetivo de las primeras postales, en realidad, no era otro que la reducción de costes. A principios de ese mismo año, Emanuel Herrmann, economista austríaco, había presentado una propuesta para la introducción de este nuevo modo de correspondencia al Ministro de Comercio que también apareció publicada en el diario ‘Neue Freie Presse’. La idea era enviar tarjetas de tamaño reducido con textos cortos, como anuncios, recuerdos o saludos, a un precio económico. Irían sin sobre, con el sello ya impreso, y por un lado se escribiría la dirección y por el otro el mensaje. Por su facilidad de uso, podrían abrir un mercado también entre las personas con un nivel de alfabetización básico. La propuesta fue bien acogida por Adolf Maly, el director de Correos y Telégrafos de Viena, quien rápidamente autorizó la circulación de tarjetas postales por correo.

Las postales cruzan fronteras

En la actualidad, está ampliamente aceptado que Herrmann comparte mérito con Heinrich von Stephan, responsable de Correos del del Imperio Alemán. En 1865, durante una conferencia postal internacional, el funcionario habló de la introducción de la ‘postblatt’, algo así como la ‘hoja de correo abierto’, con forma de talonario, como modo de comunicación mucho más barato y práctico que, según su opinión, las obsoletas cartas. Sin embargo, la idea no prosperó. Como tampoco tuvo mucho éxito la tarjeta postal privada -es decir, que no emitía el Estado- de la compañía norteamericana H.L. Lipman, que tenía la patente desde 1861, ya que se tuvo que dejar de imprimir a causa del estallido de la guerra civil.

https://en.wikipedia.org/wiki/John_P._Charlton#/media/File:Lipmancard.jpg

La popularidad de este nuevo medio de comunicación no se hizo esperar, y el número de impresores de postales creció rápidamente en todo el mundo, desde Chile hasta Japón. En 1874, además, se celebró en Berna el primer congreso de la Unión Postal General, precursor de la Unión Postal Universal, organismo de la ONU que se encarga de fomentar la colaboración internacional en materia postal. Así fue como las cartas y postales empezaron a cruzar fronteras sin tener que adaptarse a las leyes y tarifas de cada país.

Nacimiento de las postales ilustradas

Ninguna de estas postales originales incluían ilustraciones ni fotos, pero pronto se empezó a ver el potencial. Aunque es difícil precisarlo con exactitud, se suele señalar 1893 como el año en el que se empezaron a comercializar postales ilustradas para vender al público general durante la celebración de la Exposición Universal en Chicago.

http://www.chicagopostcardmuseum.org/19th_century_rotunda_1893_worlds_columbian_exposition.html

El auge de las postales estuvo directamente relacionado con las primeras décadas del turismo de masas. Los viajeros querían compartir imágenes de los sitios y monumentos que visitaban. Uno de los primero ejemplos es el de los padres del Príncipe Eduardo de York, que en 1896 le enviaron un recuerdo de la Torre Eiffel de París.

https://www.rct.uk/collection/2118593/postcard-of-paris

En aquellos mismos años, la fotografía se abría paso en el mundo de las postales, fenómeno que viviría su plena expansión cuando, en 1902, la oficina de correos británica permitió que los mensajes se escribieran en la mitad del lado que normalmente estaba reservado para la dirección. Esto permitió que el reverso quedara libre para llenar por completo con una imagen.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Plymouth,_The_Drake_Statue;_The_Hoe._786_(NBY_420821).jpg

La pasión por coleccionar postales

“La locura de las postales”, como rezaba la prensa de la época, propició no solo que la sociedad representara paisajes, retratos, exposiciones, visitas reales, escenas humorísticas o incluso acontecimientos de actualidad, sino también la pasión por recolectar estos trozos de cartón. Así, en 1897 se fundó en Nuremberg la World Association Kosmopolit, un club de coleccionistas de postales que estuvo activo hasta la Primera Guerra Mundial y que, en su momento álgido, contaba con más de 15.000 miembros solo en Alemania.

Hoy en día, miles de ciudadanos de todo el planeta están recuperando el espíritu inicial de esta forma de comunicación con el llamado postcrossing’ o las cadenas de envíos de tarjetas. El funcionamiento es el mismo que antaño, con la diferencia de que ahora se usa Internet para poner a los amantes de las postales en contacto.