El marcapáginas: su historia en pocas palabras
El marcapáginas aparece por primera vez en la historia de la humanidad con los primeros libros manuscritos, probablemente con los primeros códices. Aparece en Europa, África y Asia, y era bastante rígido (de madera, hueso, oro o metal) porque los libros aún eran objetos únicos y valiosos.
Durante la Edad Media, se sientan las bases para llegar a los marcapáginas tal y como los conocemos ahora: se usaban desde cuerdas, listones de cuero y tiras de tela, hasta los primeros marcapáginas de papel o madera fina. Incluso se llegaron a desarrollar soluciones ingeniosas y únicas, como los marcapáginas giratorios.
En el siglo XIX , el marcapáginas se convierte en el instrumento que conocemos hoy en día: impreso, de papel y, a menudo, con un orificio al que se le ata un cordel. Desde entonces, con la invención de la publicidad y con el mayor nivel de alfabetización existente que hace que los libros sean un producto para todos los públicos, el marcapáginas se convierte en un artículo importante para la promoción empresarial.
¿Para qué sirve un marcapáginas?
El marcapáginas es un objeto que se utiliza y se ve muchísima veces. De hecho, puede convertirse en un objeto «de compañía» y utilizarse en distintas lecturas.
El marcapáginas ha de ser útil, pero también bonito, ameno, intrigante… En resumen, tienen que entrarte ganas de usarlo.
No es una tarjeta de visita: en mi opinión, aquellos que llenan los marcapáginas de información, ofertas o texto se equivocan. ¡Hay que resistir las ganas de sobrecargarlo!
Por ejemplo, este es un marcapáginas que hice hace muchos años y en el que quise incluir mucha, demasiada información para publicitar mi blog de entonces. Todos lo veían como un minifolleto, como una especie de tarjeta extraña y que ninguno habría usado, a no ser que fuese de casualidad, para colocarlo entre las páginas de un libro.
Cómo diseñar un marcapáginas
El marcapáginas es un producto gráfico sencillo, pero, por eso mismo, es muy importante diseñarlo bien y no equivocarse en nada.
Lo primero que hay que hacer es elegir el formato y el papel adecuados.
Vamos a ver los tamaños aconsejados y los tipos de papel recomendados.
1. Tamaño del marcapáginas
Las medidas de un marcapáginas deben ser las siguientes:
- 5-8 cm de ancho
- 12-21 cm de largo
Este es el intervalo de medidas que se recomienda, ya que debe caber sin problemas dentro de un libro, cuyos formatos estándar más pequeños se encuentran entre los 14-15 cm de largo.
En nuestra página, puedes encontrar ofertas para los marcapáginas de formato estándar, de 5×21 cm, que vale para los libros más grandes.
2. Tipos de papel adecuados para un marcapáginas
El papel de un marcapáginas debe ser bastante grueso, pero sin llegar al peso de una cartulina. De 150 a 250 gramos es un peso adecuado. También es importante si se elige algún acabado o no. Si el papel es reciclado o natural, no hace falta aplicarle ningún acabado, pero a un papel estucado, le vendría bien un plastificado.
También hay que considerar si queremos darle al marcapáginas alguna forma personalizada. En este caso, el producto que debes elegir en nuestra página son las etiquetas con formato personalizado.
https://www.pixartprinting.es/formato-pequeno/etiquetas-precios/rotulos/
3. ¿De qué está compuesto un marcapáginas?
El marcapáginas está compuesto por dos partes: la parte delantera y la trasera. Como los costes de impresión no varían, lo ideal es usarlos ambos. Un marcapáginas con la parte trasera en blanco dará la impresión de ser uno barato y sin cuidar.
La parte delantera es la más importante, la que llama la atención (hablaremos de ella en el próximo apartado). La parte trasera contiene un breve texto informativo, puede que una llamada a la acción (pero muy breve) y los datos de contacto (nombre, página web, correo electrónico y el teléfono o la dirección).
Una vez establecidas las bases del proyecto, se puede proceder a su realización gráfica. Como ya he mencionado, el marcapáginas debe llamar la atención, tiene que tener algún elemento que lo haga divertido o simpático. El marcapáginas debe transmitir «algo» que añada valor a su función, ya que esta la podría realizar un trozo de papel o incluso el papel higiénico, en el peor de los casos.
Parece fácil mejorar al papel higiénico, ¿no? Pues no es así: ¡hay que esforzarse!
Cómo decidir el aspecto que tendrá el marcapáginas
Básicamente, hay dos formas de hacer un marcapáginas:
- Utilizar una imagen
- Utilizar una frase
Marcapáginas con frase
Desde el punto de vista gráfico, puede que los marcapáginas con frases sean más complejos: la elección del color, de la fuente y del tamaño tendrán una influencia enorme en el resultado final. El mejor consejo que se puede dar es que sean simples y coherentes con el proyecto del que forman parte.
Marcapáginas con imagen
Los marcapáginas con imágenes son los más extendidos y, justo por esto, son con los que más difícil resulta ser originales y conseguir que te reconozcan. Se pueden distinguir entre:
- Marcapáginas con cuadros famosos
- Marcapáginas gráficos
- Marcapáginas con ilustraciones y dibujos
- Marcapáginas con fotos
No es una clasificación muy distinta a la que podríamos hacer para la portada de un libro o para una postal, pero la imagen se tiene que analizar o recortar en formato vertical, dejándola lo bastante estrecha como para que parezca la tronera de una muralla. Por este motivo, es difícil encontrar la imagen o el recorte adecuado.
El mejor consejo es probar una y otra vez, imprimiendo borradores para ver qué imagen o qué recorte funciona mejor.
Pero cuando somos nosotros los que debemos realizar o encargar la imagen, tenemos que sacar toda nuestra creatividad y fantasía: no basta con incluir un logo o la imagen de un ilustrador excepcional para que el marcapáginas funcione.
Ejemplos de marcapáginas creativos
Una de las ideas que más gusta a los diseñadores es jugar con la función del marcapáginas, es decir, con el papel que juega en la lectura o con su posición dentro de las páginas, como se muestra en los siguientes ejemplos.
No olvidemos que como el marcapáginas es un artículo económico y que puede utilizar cualquiera que se lea un libro, también puede resultar perfecto para usos no comerciales, como en el caso de esta organización sin ánimo de lucro australiana, que informa sobre buenas prácticas contra la hepatitis C.
¿Qué necesita un marcapáginas perfecto? ¡Fantasía!
En conclusión, los marcapáginas son uno de esos objetos en los que las ilustraciones e imágenes pueden dar mucho juego: usadlos para publicitaros a vosotros mismos o a vuestros clientes, para informar y para sensibilizar, para regalarlos o para venderlos. Lo importante es que hagáis que sea un producto curioso, inteligente, bonito y único, porque de verdad que puede ser el instrumento de marketing clave para muchas campañas promocionales o para daros visibilidad y hacer que os recuerden.
¡Manos a la obra!
Aquí podéis encontrar 10 ejemplos en los que inspiraros:
https://www.creativebloq.com/graphic-design/bookmark-design-1131695