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El Museo Bodoniano de Parma
«Cuanto más clásico es un libro, mejor es que la belleza de los caracteres se muestre sola», afirmaba Giambattista Bodoni, el tipógrafo de Saluzzo que cambió por completo la historia de la tipografía. El extraordinario legado de este artista, que aglutinaba él solo las habilidades de un tipógrafo, un diseñador y un editor, se conserva en el Museo Bodoniano de Parma, el museo relacionado con la impresión más antiguo de Italia.
Breve biografía de Bodoni
Nacido en 1740 en Saluzzo (Cuneo), Bodoni vive su primera experiencia en el taller tipográfico de su padre y continúa su formación en Roma, donde trabaja para la imprenta de la Congregación de Propaganda Fide y descubre por primera vez los caracteres orientales, que tendrán una gran influencia en sus obras. Su gran oportunidad le llega en febrero de 1768, cuando el duque Fernando de Borbón le encarga fundar la Imprenta Real en Parma, de la que será director el resto de su vida. Allí tiene la posibilidad de empezar a crear sus propios caracteres y la de realizar distintas publicaciones multilingües que lo harán famoso en todo el mundo. En este periodo, Bodoni también comienza a estudiar la forma de las letras del alfabeto y, en 1788, publica su primer Manual tipográfico, en el que reúne cien alfabetos latinos en redonda, cincuenta en cursiva y veintiocho alfabetos griegos. En 1791, abre una imprenta privada, lugar en el que, desde ese año en adelante, verán la luz todas sus obras maestras.
Las distintas secciones del museo
El Museo Bodoniano cuenta con un millar de ediciones de Bodoni, entre las que se encuentran algunas publicaciones rarísimas realizadas en seda y pergamino, más de 80 000 instrumentos procedentes de su imprenta, más de 12 000 caracteres y muchísimos documentos y ensayos tipográficos de las fundaciones más importantes de Italia y del extranjero. El material se divide en tres zonas de exposición:
- La impresión antes de Bodoni: los volúmenes que están expuestos en esta zona ilustran el desarrollo del libro impreso desde la segunda mitad del siglo XV hasta la primera mitad del siglo XVIII.
- La fábrica del libro: en esta sección, se explican todas las fases del proceso creativo y productivo de un libro, a través de un amplio elenco de herramientas de trabajo del taller tipográfico de Bodoni y de algunos documentos de archivo.
- Giambattista Bodoni: en esta sección, se recopilan todas las obras producidas por el tipógrafo de Saluzzo. Gracias al orden cronológico de la exposición, se puede apreciar la evolución del estilo bodoniano, desde las primeras ediciones, con mucha decoración para la Imprenta Ducal, a las posteriores ediciones privadas, en las que la austeridad y la sencillez de los moldes neoclásicos dan un papel principal al caracter tipográfico.
Por último, hay dos series de paneles en las paredes que ilustran, por un lado, la evolución gráfica de la impresión desde el siglo XV hasta el siglo XIX, en los que se sugieren fuertes puntos en común entre la industria editorial y otras formas de arte, y, por otro, las trasformaciones del caracter tipográfico desde sus orígenes al siglo XIX, en las que se muestran los esfuerzos realizados a lo largo de los siglos por parte de diseñadores, grabadores y tipógrafos para hacer que los caracteres escritos fuesen más claros y legibles .
La «revolución tipográfica» de Bodoni
Bodoni dedicó toda su vida al estudio de los caracteres tipográficos, pero también a la composición gráfica de libros y al perfeccionamiento de los métodos de impresión. Su trabajo permitió mejorar las técnicas antiguas, como la fabricación manual de los caracteres, pero, al mismo tiempo, transformó de forma radical el aspecto de los libros, gracias a una técnica de maquetación completamente nueva.
Tras ir abandonando progresivamente el estilo barroco y rococó que había caracterizado sus primeros trabajos, el tipógrafo parmense introdujo el gusto neoclásico en el mundo editorial. En sus libros, desaparecen los marcos decorativos y las imágenes típicas de la época, dando paso a la armonía geométrica y a la elegancia del caracter tipográfico romano moderno, haciendo que este sea el único protagonista de la página. La búsqueda del equilibrio perfecto entre las partes impresas y los espacios vacíos, unida al nuevo diseño de los frontispicios y las dedicatorias, así como el aspecto regular de las fuentes empleadas, hacen que sus obras fuesen unas verdaderas obras maestras en cuanto al estilo y la legibilidad.
Algunas de las obras de Bodoni presentes en el museo
«Manual tipográfico» – 1788
Este primer muestrario de caracteres publicado en 1788 incluye cien alfabetos latinos en redonda y cincuenta en cursiva. Ese mismo año, también se imprimió la «Serie de caracteres griegos», en la que se incluían veintiocho. En la página que se muestra a continuación, Bodoni usa el caracter papal, el más grande, para rendir un homenaje a su ciudad natal, Saluzzo.
«Oratio Dominica» – 1806
Esta inmensa obra contiene la traducción del Padre nuestro en 155 idiomas, y es el catálogo más amplio de caracteres tipográficos antiguos que existe: entre sus páginas, encontramos más de 215 fuentes distintas entre alfabetos latinos, griegos y exóticos. Se dice que Bodoni decidió realizarla cuando el papa Pío VII le contó que en Francia se había impreso una obra similar con 150 idiomas, lo que le impulsó a imprimir una edición que fuese aún más completa. Para este libro, Bodoni creó 97 alfabetos exóticos diferentes, de los cuales 13 eran absolutamente inéditos, superando con creces la edición de la Imprenta Nacional francesa.
La «Ilíada» de Homero – 1808
Esta obra de tres volúmenes es, sin duda alguna, una de las más importantes de la amplia obra de Bodoni. El tipógrafo de Saluzzo realizó dos ejemplares en pergamino de Baviera: el primero, dedicado a Napoleón (que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de París), y el segundo, para el virrey de Italia, Eugenio de Beauharnais, que hoy se encuentra en la Biblioteca Palatina adyacente al museo. Fue un trabajo mastodóntico que duró 5 años, en los que Bodoni tuvo que fundir muchísimos caracteres griegos nuevos. A continuación, podemos apreciar el frontispicio, una obra maestra de elegancia y equilibrio, y el ejemplo perfecto de la «tipografía pura» que buscaba el maestro parmense, en la que la fuente y los espacios son los únicos elementos decorativos de la página.
«Manual tipográfico del caballero Giambattista Bodoni» – 1818
Este manual de dos volúmenes, publicado tras la muerte de Bodoni por su viuda, es el verdadero «testamento tipográfico» del célebre impresor. Entre sus 600 grabados, se encuentra una gran variedad de caracteres romanos, griegos y orientales, además de una amplia selección de decoraciones y símbolos musicales.
En el extenso prefacio del manual, que se ha convertido en un texto clásico del arte tipográfico, Bodoni expone algunos de sus principios estéticos, entre los que se encuentran las cuatro características fundamentales que ha de tener una familia de caracteres tipográficos:
- Uniformidad en el diseño
- Nitidez
- Buen gusto
- Gracia
Por «gracia», Bodoni se refería a esa elegancia «alejada de la pose y de la pomposidad» en las que siempre se había inspirado. La versión digital de la obra se puede consultar online, así como otros libros del mismo autor.
Los caracteres bodonianos en la actualidad
En los últimos dos siglos, muchas fundiciones italianas y extranjeras han creado fuentes digitales inspiradas en los caracteres bodonianos, que tanto diseñadores gráficos y creativos pueden usar para sus proyectos editoriales o de marketing. A continuación, podemos observar algunos de los proyectos más interesantes realizados con caracteres de Bodoni.
Bodoni – biografía ilustrada
Giorgio Camuffo solo podía inspirarse en las fuentes de Bodoni para hacer esta divertida biografía ilustrada, en la que reconstruye la vida de Bodoni a través de sus episodios más importantes y algunas anécdotas poco conocidas, abandonando la pomposidad de otros relatos anteriores y revelando el lado más humano del famoso tipógrafo.
La Biblioteca de Babel – Franco Maria Ricci, 1975-1985
Esta serie de ficción fantástica nace de una amistad, la del editor Franco Maria Ricci con Jorge Luis Borges. Al principio de los años setenta, el célebre escritor acepta recopilar todos los volúmenes que conformaban su biblioteca personal: desde los clásicos de nuestra cultura, como Poe y Kafka, a algunos autores orientales menos conocidos. Todos los ejemplares de la serie se imprimieron con caracteres bodonianos en papel verjurado de Fabriano.
Brookstone- Massimo Vignelli
Cuando en 1992 les encargan diseñar la identidad visual y el packaging de Brookstone, una cadena de ferreterías de EE. UU., el estudio Vignelli Associates decide confiar en una combinación original de colores, caracteres tipográficos y materiales de calidad para diferenciar a la marca de la competencia. Utilizan la fuente «Our Bodoni», una reelaboración de fuentes bodonianas que realizó unos años antes Tom Carnase, bajo la dirección de Massimo Vignelli.